Ideas que entretengo en mi blog ...



Abundan las listas como ésta . Aunque bien intencionadas, listas vagas como ésta pueden ser más peligrosas de lo que son útiles. Como indígena-latina con fuerte ascendencia europea, sé acerca del desafío de balancear dos culturas. La cultura de mi padre, indígena quechua con herencia boliviana, es una cultura comunal donde la fuerza se encuentra en el grupo. En el legado europeo-americano de mi madre, con el espíritu dominante de los puritanos, la fuerza esta en la independencia y los esfuerzos individualista. Entonces, cómo resultado la manera de interactuar con el mundo difiere mucho entre las dos culturas.

Al aceptar a estas listas como pauta para determinar la reforma de la política escolar en un intento de hacer el sistema escolar más equitativo, hay que poner mucha atención de reconocer el poder de la cultura. Cada cultura contiene sistemas de creencias ocultos, que muchas veces son únicos a ellos y hay que asegurar de que honremos las diferencias.

Por ejemplo, pedirles a las escuelas que consideren innegociable la importancia de crear un ambiente cálido y acogedor en sí mismo no es malo. Sin embargo, cuando se trata de implementarlo, se encuentra una imagen muy diferente.

Cuando trabajé coordinando la participación de los padres en un distrito escolar, por supuesto entre otras ideas visitamos esta importante lista de no negociables. Según la investigación, la razón número uno que influye la participación de los padres es crear un ambiente acogedor. Entonces, ¿cómo hacerlo? Me sentaba con el equipo de liderazgo de la escuela y estudiamos minuciosamente las investigaciones, más estas listas de materiales no negociables, y el personal de la escuela decía: "¡Tenemos un ambiente acogedor!" Esto es lo que hacen:

  • Enviamos folletos para invitarlos a las reuniones
  • Les contamos sobre nuestros eventos
  • Tenemos fotos del personal en nuestras paredes
  • Tenemos mensajes y decoraciones positivas
  • Tenemos noche de regreso a la escuela
Y así sucesivamente. Y sí, estos son esfuerzos maravillosos para invitar a las familias a su campus, si son de su guión cultural. En la cultura dominante del país en que yo trabajaba, en este caso los Estados Unidos, valores y creencias de clase media de los anglos-sajones, esta es una lista aceptable. A cada uno de estos puntos se podría suscribir un sistema de creencias de éste grupo cultural, en particular, el individualismo. El folleto es al punto y depende de uno como individuo realizarlo. Si desea hablar en las reuniones se avienta porque sabe que tiene derecho igual que cualquier. Las imágenes del personal le informan sobre los que están a cargo. De nuevo, cada uno de estos se suscribe a un sistema de creencias de este grupo cultural. Pero, ¿qué pasa si sirves a personas que no pertenecen a ese grupo cultural? ¿Qué pasa si sirves a personas cuyo grupo cultural tiene normas de comportamiento y sistemas de creencias muy diferentes? Entonces estos mensajes no dicen lo mismo.

Cuando era maestra, como todos los maestros, estaba activa constantemente desde el momento en que llegué al plantel escolar hasta bien entrada la tarde. También sabía la importancia de desarrollar relaciones con las familias de aquellos a quienes estaba sirviendo. Un día, mientras corría del salón del personal a mi clase, escuché que alguien me llamaba.

Buenos Días, Sra. Marañón! Me volví y vi a los padres saludando a través de las puertas.

Una respuesta común sería saludar de lejos: "¡Hola, lo siento, tengo que prepararme para el día!"

Yo sabía mejor.

Corrí hacia ellos para estrecharles la mano y responder: "Buenos días, disculpe que tengo que preparar la clase".

"No se preocupe, anda, no mas queríamos saludarla!"

Y con esa breve interacción gané incontables horas. Sabía por la educación que recibí a lado de la cultura de mi padre que tomar esos pocos momentos para estrecharles la mano, dar los buenos días y cortésmente disculparme por haber organizado mi clase matutina hablaban mucho de lo importantes que eran para mí.

Cuando vienes de una cultura comunal, las relaciones son todo.

Si quiero que te unas a mí en una reunión, te invito personalmente y te saludo en la puerta con un cálido apretón de manos para darte la bienvenida. Una merienda te está esperando para que tomes una buena bebida y un refrigerio ligero mientras nos reunimos y discutimos ideas. La comida no está allí porque sé que es por eso que vendrás, pero porque entiendo que la comida siempre ayuda a crear un ambiente cálido y acogedor. A quién servimos importa, no quién sirve. Abundan las imágenes de los estudiantes y las familias y todas las actividades en las que participan con nuestro personal. No hay solo una noche para involucrar a las familias en el aprendizaje de nuestro año escolar, hay múltiples momentos y momentos para conocer y conectarse con el aprendizaje de los estudiantes.

Entonces cuando decimos, cree un ambiente cálido y acogedor, desarrolle a los estudiantes como buenas personas y aprendices ... tenemos que tener mucho cuidado de no tratarlos como frases faciles, cuando en realidad son profundos y requieren una profunda excavación. Cómo interpretas un ambiente cálido y acogedor es diferente para cada cultura. ¿Qué significa desarrollar a un estudiante en una buena persona y aprendiz? ¿Alguien que sigue las reglas? ¿Alguien que se sienta en silencio y toma buenas notas y responde bien en las pruebas? Porque estas no son las personas que veneramos en la historia. Estas no son las personas que crearon el cambio en la historia.

No negociables en las escuelas es la voluntad de cuestionar, desarrollar relaciones significativas con aquellos a quienes servimos, aprender a recrear y co-crear nuestra cultura de aprendizaje una y otra vez a medida que los tiempos cambian, las personas cambian y cómo nos presentamos a nuestros valores fundamentales también cambia. Nuestros valores fundamentales pueden no cambiar, pero la forma en que se acerque a ellos puede. Y probablemente lo más importante de todo, saber que si realmente deseamos una cultura de aprendizaje, esto es lo que significa aprender: cometer errores, escuchar con empatía, cambiar de rumbo cuando sea necesario.

En el núcleo de todas estas declaraciones está la verdadera creencia en la igualdad. Si te valoro como igual a mí, aprender tu lenguaje cultural, tus normas culturales, invitarte a ayudarme a co-crear nuestra cultura de aprendizaje compartido que impacta a alguien que a ambos nos importa - tu estudiante - no es demasiado, ni mucha molestia.

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